Hace muchos años que me puse un neopreno y un regulador en la boca por primera vez. De niño todo se limitaba a la apnea con gafas y aletas. Cuando echas la vista atrás y haces balance de lo vivido te das cuenta que antes habían más ojos en el mar, más colores y más vida. La destrucción de nuestro litoral es hoy una realidad que no podemos ocultar y a la que hemos llegado casi sin darnos cuenta. Hoy sólo quedan paisajes rocosos desnudos a los que hacerles una foto, testigos mudos de un pasado lleno de vida y color.
noviembre 13, 2016