Por lo general los chuchos no toleran la presencia humana, son desconfiados y hiudizos por naturaleza a pesar del gran tamaño que pueden alcanzar algunas especies. El Chucho de clavos o chucho de cola larga se identifica con facilidad por su morro afilado, su larga cola y los dentículos en forma de clavos presentes en la base de su cola. Generalmente se les observa en movimiento, manteniendo la distancia y muy nerviosos.
Sin embargo en contadas ocasiones suceden cosas de difícil explicación, ayer en Playa Chica tuve uno de esos encuentros inolvidables: 19 minutos de inmersión, 24 mt de profundidad y un gran ejemplar de Chucho de clavos (Bathytoshia centroura). Sigo convencido que se detuvo el tiempo.