De bestia a bella, ese es el paso que deben dar todas las mariposas durante su ciclo vital; probablemente uno de los seres que más admiración y repugnancia despierta en el ser humano. Sin embargo no deja de ser uno de los fenómenos más bellos y apasionantes de la naturaleza. Muchas especies de mariposas presentan un alto grado de especialización reproduciendose y alimentandose en determinadas plantas o arboles. En este caso hablamos de la Ophiusa tirhaca (Noctuidae) una mariposa presente en todas las islas Canarias excepto en el Hierro. Sus orugas se alimentan preferentemente de las hojas del Guayabero. A la espera de poder disfrutar de la «bella» les dejo algunas fotos de «La Bestia»…
Se hizo esperar pero ya vuelan libres estas bellas mariposas, como todas las nocturnas presentan una gran cabeza con ojos grandes y oscuros. Son robustas pero ágiles en el vuelo, su aleteo es corto pero con una frecuencia muy alta. Antes de volar inician una especie de «calentamiento» … recuerdan el vuelo del colibrí.